miércoles, 6 de julio de 2016

Tema: Fuentes de investigación genética



Introducción:

La investigación genética permite incrementar nuestro conocimiento de cómo interaccionan los factores ambientales y los genes, también nos ayuda a saber cómo se originan enfermedades de origen genético y de cómo se puede influir para mejorar la salud en los individuos y la comunidad. La investigación en esta área incluye la identificación de los genes que forman el genoma humano. Puede revelar información acerca de la susceptibilidad de individuos a enfermedades, lo que puede ser de beneficio para el individuo y así estudiar posibles estrategias preventivas y terapias. Aparte de las consideraciones éticas que se aplican a toda investigación en que participan seres humanos, hay aspectos éticos que son únicos a la investigación genética. En la investigación genética se requiere en muchas ocasiones la participación de familias, más que de individuos, ya que la información recogida de un individuo puede ser significativa para los demás miembros de la familia. Además, se puede causar daño por estigmatización o por discriminación genética, por lo que se debe tener cuidado de proteger la privacidad y la confidencialidad de la información.

Desarrollo:
 
La investigación genética permite incrementar nuestro conocimiento de cómo interaccionan los factores ambientales y los genes, de cómo se originan enfermedades de origen genético y de cómo se puede influir para mejorar la salud en los individuos y la comunidad. La investigación en esta área incluye la identificación de los genes que forman el genoma humano, estudiar la función de dichos genes y la caracterización de condiciones normales y de enfermedad en individuos, familiares y grupos comunitarios. Los genes y sus alelos están siendo identificados en el genoma humano y en muchos otros organismos, pero todavía falta mucho para conocer su función y su relación con la salud.
 La investigación genética puede revelar información acerca de la susceptibilidad de individuos a enfermedades, lo que puede ser de beneficio para el individuo y las poblaciones para estudiar posibles estrategias preventivas y terapias. La investigación genética, requiere el uso de material genético y la implementación de una tecnología que ha avanzado considerablemente en los últimos años.

La investigación genética plantea cuestiones éticas que difieren, de muchas maneras, de aquellas que surgen en otros tipos de investigaciones con participantes o sujetos humanos, entre las cuales tenemos que la información que proviene de estos estudios es compleja, tiene implicancias familiares, y a veces tiene impacto en la toma de decisiones sobre la reproducción, y trae consigo riesgos principalmente Sico-sociales. Algunas de estas diferencias son de tipo y algunas de magnitud.

 Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro conocido como dopamina. Algunos casos son genéticos pero la mayoría no parece darse entre miembros de una misma familia.
Los síntomas comienzan lentamente, en general, en un lado del cuerpo. Luego afectan ambos lados. Algunos son:
  • Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
  • Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
  • Lentitud de los movimientos
  • Problemas de equilibrio y coordinación
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
No existe un examen de diagnóstico para esta enfermedad. Los doctores usan el historial del paciente y un examen neurológico para diagnosticarlo.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres. No existe una cura para la enfermedad de Parkinson. Existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas. En casos severos, una cirugía y estimulación cerebral profunda (electrodos implantados en el cerebro que envían pulsos para estimular las partes del cerebro que controlan el movimiento) pueden ayudar.
 
José Manuel Fuentes investigador principal de CIBERNED impartió una sesión sobre la influencia de los factores genéticos y medioambientales en el origen de la enfermedad de Parkinson, dentro del curso "La atención al enfermo de Parkinson, desde a la atención primaria a la atención especializada” del Programa de Formación en Ciencias de la Salud y de la Atención Social de Extremadura, organizado por la Dirección General de Planificación, Calidad y Consumo del Gobierno de Extremadura.
Según José Manuel Fuentes “las actividades de atención social y divulgación son también esenciales en nuestro trabajo como investigadores”
La Enfermedad de Parkinson es una Enfermedad neurodegenerativa de carácter progresivo descrita por primera vez en 1817 por James Parkinson. Es el más común de los procesos degenerativos del sistema motor y desde un punto de vista cuantitativo, la segunda Enfermedad neurodegenerativa.
En España se registran 200 enfermos por cada 100.000 habitantes mientras que en Extremadura esta cifra se incrementa hasta 266 enfermos por cada 100.000 habitantes, lo que podría deberse a una mayor exposición a los plaguicidas, señalados por  diversos estudios epidemiológicos como un factor desencadenante. Así la prevalencia de esta enfermedad en sectores profesionales o grupos poblacionales más expuestos a este tipo de sustancias es superior con respecto a la sociedad en general. Por otra parte algunos de los plaguicidas más utilizados en los tratamientos fitosanitarios más usuales presentan importantes analogías estructurales con el ión 1-metil-4-fenilpiridinio (MPP+), sustancia capaz de producir apoptosis, neurodegeneración y un síndrome similar a la enfermedad de Parkinson.
Hace unos doscientos años enfermedades como la de Parkinson presentaban una muy baja prevalencia, sin embargo en la actualidad es el segundo de los desórdenes neurodegenerativos en orden de importancia, después de la Enfermedad de Alzheimer. Asimismo se está anticipando su edad de aparición y es relativamente frecuente tratar pacientes con menos de 50 años. Este aumento supone un notable deterioro en la calidad de vida de las personas afectadas y un incremento en el gasto sanitario que repercute sobre la sociedad, por lo que la prevención se convierte en un factor importante.
Aunque se desconoce el origen de la Enfermedad de Parkinson, determinados estudios epidemiológicos en humanos y experimentalmente en modelos animales, muestran la importancia de los factores ambientales, particularmente la exposición a pesticidas, en la patogénesis de este desorden. Por otra parte, se conoce desde hace relativamente poco tiempo la existencia de una serie de genes asociados con la enfermedad. En cualquier caso la enfermedad de Parkinson es un proceso multifactorial donde una cierta predisposición genética, la exposición a ciertas tóxicos medioambientales, así como la edad resultan factores importantes para el inicio y progresión, tanto de las formas hereditarias como las denominadas esporádicas de la enfermedad. Incluso en los casos de parkinsonismo esporádico, una cierta susceptibilidad genética podría resultar esencial probablemente, porque los productos de estos genes puedan interactuar con ciertas tóxicos medioambientales bloqueando o modificando procesos celulares, especialmente relacionados con la defensa frente a estrés oxidativo, función de los sistemas de aclarado celular (autofagia o sistema ubiquitina-proteasoma) o función de la mitocondria, desempeñando en este caso la producción de ROS o RNS un papel fundamental.
La primera evidencia del vínculo entre la Enfermedad de Parkinson y ciertas toxinas fue aportada en 1983 por Langston y sus colaboradores al comprobar como un grupo de toxicómanos desarrollaba esta patología tras inyecciones reiteradas de heroína contaminada con un análogo de la meperidina, el 1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina (MPTP). Estudios posteriores han determinado que los efectos son producidos no por ella misma sino por su transformación posterior, por la enzima monoaminooxidasa B (MAO-B), en el ión 1-metil-4-fenilpiridinio (MPP+). Una vez en el interior celular el MPP+ bloquea la respiración celular a nivel del complejo I de la cadena respiratoria, desencadenando la muerte celular. La estructura particularmente similar entre MPP+ y paraquat, y la demostración de que este último puede reducir los niveles de dopamina in vivo en modelos animales permite hipotetizar la existencia de una conexión entre la exposición a derivados del bipiridinio como el paraquat u otros plaguicidas como rotenona o dieldrin entre otros y el desarrollo de procesos neurodegenerativos. Todo ello soportado por un numero muy importante de artículos científicos publicados.
En los últimos años también se ha demostrado la importancia del factor genético en la etiología de la enfermedad de Parkinson. Hay 6 genes claramente implicados y sabemos que existen al menos otros 10-11 también relacionados. Brevemente describiremos el papel de alguna de las proteínas derivadas de estos genes en la función celular:
α-sinucleína: la α-sinucleína se localiza fundamentalmente en el neocortex, hipocampo y sustancia negra (aunque se puede localizar en otras regiones). El gen de la α-sinucleína fue el primero en ser reconocido como implicado en una forma anormal de la Enfermedad de Parkinson que se transmitía de manera autosómica dominante, por lo tanto sólo es necesario un progenitor con el gen mutado para que sea hereditaria. Experimentalmente se ha comprobado que constituye la proteína mayoritaria aislada a partir de los cuerpos de Lewy, una de las lesiones más características localizadas en el análisis postmortem de cerebros de enfermos de Parkinson.
Parkina: Cerca del 50% de los casos de Parkinson familiar se produce por mutaciones en su gen. Por otra parte la casi ausencia de cuerpos de Lewy en estos casos de Parkinson familiar sugiere que la parkina juega un rol esencial en la formación de este tipo de inclusiones. La parkina está implicada en una de las vías mayoritarias de degradación de proteínas en la célula, la vía de ubiquitina-proteasoma. Gracias a su actividad E3 ubiquitina ligasa reconoce proteínas específicas como sustrato e induce su poliubiquitinación y posterior degradación. El gen de la parkina se vio implicado en un tipo de parkinsonismo familiar precoz (autosómico recesivo).
PINK1. Su función no es todavía bien conocida, aunque parece implicada en la protección mitocondrial en los casos de estrés celular o incremento en la demanda de energía por la célula. Se conocen unas 20 mutaciones de carácter recesivo como las E240K o L489P implicadas en casos juveniles de la Enfermedad de Parkinson, sin embargo su papel real o su interacción con otros agentes como los medioambientales, está todavía por estudiar, aunque es muy relevante su interacción con la parkina.
LRRK2. LRRK2 (leucine-rich repeat kinase 2) o dardarina es especialmente abundante en el cerebro aunque también se encuentra en otros tejidos. El papel funcional de la dardarina esta aún por definir aunque se conoce que es importante para reacciones que requieren interacción proteína-proteína, para determinados procesos de transducción de señales, para la estructura del cito esqueleto y para las funciones de aclarado celular mediante autofagia. Se conocen bastantes mutaciones del gen LRRK2 implicados en casos dominantes de la Enfermedad de Parkinson, algunas de las mas frecuentes en población caucásica son las G2019S y la R1441G. Se calcula que cerca del 30% de los casos de parkinsonismo familiar podría deberse a una alteración en este gen y cerca de un 2-3% de los casos no familiares también podría deberse a mutaciones en el mismo. En cualquier caso su implicación real y sobre todo su relación y sinergias con otros factores como la exposición a tóxicos medioambientales, está todavía por esclarecer.
Los cambios de expresión y/o actividad de estas proteínas parecen constituir un factor fundamental en el origen y desarrollo de la enfermedad de Parkinson solos o en combinación con la exposición a determinados tóxicos medioambientales. La enfermedad de Parkinson es un proceso de carácter multifactorial en el que probablemente sea necesaria la participación de más de un elemento de riesgo para el desarrollo de la enfermedad.
Esta sesión se impartió en la Escuela de Ciencias de la Salud y de la Atención Social en Badajoz,  coordinada por la Asociación Parkinson Extremadura. Su objetivo principal era ofrecer una formación especializada para profesionales, en materia de Parkinson desde la Atención Primaria a la Atención Especializada e incluía contenidos como diagnóstico y complicaciones en la enfermedad de Parkinson o nuevos avances en investigación.




Conclusiones
En conclusión se puede decir que la genética es una de las bases más importantes de la célula ya que gracias a la genética tenemos todos nuestros rasgos físicos .También podemos decir que gracias a la genética podemos encontrar a personas, que hayan cometido delitos ya que con solo un pequeño pelo de tal persona se puede ver su identidad viendo su ADN. La genética es de gran ayuda y lo será siempre para la humanidad y la ciencia.
-          La identificación de las principales afecciones que acompañan esta discapacidad genética permite proponer a un equipo multidisciplinario de especialistas que deben integrarse en la atención de estos pacientes.

-           El análisis del número de pacientes diagnosticados con esta discapacidad durante el último quinquenio, permite proponer nuevas investigaciones sobre factores relacionados con el origen y prevención de la misma, y mantener la comunicación necesaria de los equipos de trabajo, implicados en el diagnóstico y atención de las personas con discapacidad intelectual.

Recomendaciones:
• Aplicar el algoritmo de estudio clínico-genético propuesto para la discapacidad intelectual en todos los niveles de atención de la red de genética médica del país.
• Continuar el estudio de los casos en los que no se ha logrado identificar el factor causal de la discapacidad, a partir de la incorporación de nuevas técnicas diagnósticas.
 • Mantener actualizado el registro de personas con discapacidad intelectual.


 • Proponer nuevas investigaciones de factores relacionados con el número de casos diagnosticados con esta discapacidad.